Luego que estallara la bomba del RUTFIn y los viajes de la alegría de unos pocos (y siempre los mismos) a raíz de la réplica y la dúplica a la usina de anónimos en foros de internet maniobra desbaratada por cierto con un costo innecesario para el abogado Fernandez y su troupe; ahora desde el Consejo Federal han pasado a un estadio algo mas concreto para opositores y díscolos: aprietes para el pago de deudas impagables a esta altura del año.
El reordenamiento de las Ligas afiliadas al Consejo Federal era algo impostergable para terminar con los sellos y los entes fantasmas ideados para hacer bulto.
Claro que con la razonabilidad y prudencia necesarias para llevar las cosas a la enmienda y reparación de aquello que así lo admita. El apriete en pleno enero se da de patadas con tan "noble" propósito cuando la mayoría de las Ligas están sin actividad o la mínima para los tienen clubes que disputan torneos nacionales.
Esto se parece bastante a un apriete de rufián por lo que la administración del abogado Fernandez sigue desatinada. Pasó del carpetazo extorsivo al apriete mafioso y siguen las medidas impopulares que están poniendo en ebullición a las instituciones del interior. Todo sin ninguna necesidad.
Crecen los que hace tiempo no están no por su méritos sino por la torpeza de quien con actitudes soberbias y autoritarias los hace parecer mejores y entrañables.
No será con planteos y actitudes de revancha a los que piensan y se expresan diferente como se construirá lo nuevo porvenir.
Sería mucho mejor persuadir, planificar un ordenamiento, establecer, objetivos y metas y no poner a las instituciones en un dilema insoluble y negociar plazos, quitas o condonaciones a cambio de declaraciones y fidelidades a posiciones que a esta altura no parecen conciliables ni mucho menos moralmente correctas para acompañar públicamente.
Un verano movidito en un año muy político que seguramente (sin alusiones personales obviamente) deparará lo que se viene para los próximos 4 años de la AFA.
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