TIRO AL PICHON

Horas desesperadas vive el cachetudo Arteca. En dos movidas que exponen impiadosamente su ineptitud "dirigencial" los burlados y engañados del interior de la Provincia de Buenos Aires se empiezan a desenamorar y hablan, escriben, en fin, se abrió en la kermese la diversión del momento: PEGANDOLE AL CACHETUDO.

Cachete es y será: un parásito, o sea, vive de otro organismo. Por sí no sobrevive. Y esto empieza a notarse. Ya sin incidencia en la Liga platense migró hacia Gimnasia y Esgrima de La Plata donde no corta ni pincha; pero con esa credencial llegó al Consejo Federal (como caniche toy de Mazacane primero y lenguaraz después) y convenció a Fernandez para -como buen arribista- realizar "trabajos sensibles".

Todo bien hasta que se lo comió el personaje y para sostener la mentira  se la jugó solito y falsifico certificados de vigencia de personería jurídica de Ligas que estos trámites en general no hacen y repartió en Ligas del interior de la Provincia a cambio "de". Veamos.

Fue a sacar la licencia de conducir a la Municipalidad de Coronel Vidal sencillo de averiguar pidiéndole la licencia de conducir. Cambio de domicilio y de ese modo evadió todas las infracciones de tránsito que tiene en La Plata. O sea, una rata miserable.  Pensar que se presenta como Bruerista.

Anduvo por distintas ciudades de la costa atlántica vendiendo humo pero para parlamentar se aseguraba previamente alojamiento y reintegro de gastos para la nafta y la comida. ¿Que vendía? Gestiones de todo tipo en la Dirección de Personas Jurídicas donde su contacto el Jefe del Departamento Contralor (fallecido hace unos meses) solía allanarle ciertos trámites. Finado su contacto se quedo con algunos papeles sellados y no se le ocurrió al marmota que tenía que levantar el puesto ilegal de chorizos. Como todo mediocre antes de razonar imitando su colega femenina Xipolitakis dobló la apuesta y ¿ahora?

Por ahora solo son cachetazos virtuales. Pero ¿quién le garantiza al cacheton que muchos de estos pajueranos desencantados y estafados no terminen aplicando la misma medicina que tantas veces consumió en La Plata, golpe a los cachetes y llorando por los medios mostrando, como siempre, lo fácil que es aplicarle un correctivo a un nabo.