 
 Ya nos hemos ocupado en este sitio del auditor que tiene la Liga. Han desagregado de la Mesa Directiva el cargo de Tesorero y, por ende, la gestión económica de la entidad de la calle 6 es externa. Por lo tanto, lo que hace este auditor es simplemente monitorear el flujo de ingresos y egresos, información muy útil por ejemplo para la confección del futuro balance. Ahora bien, toda esa alquimia financiera está muy bien para un profesional externo a la institución que factura por sus servicios pero NO para alguien que, en teoría, integra la conducción de la Liga.
Puesto en el papel de recaudador es donde se complica este pendular personaje (no olvidar que era uno de los máximos agitadores en tiempos electorales) ya que decididamente no siente el puesto. Entonces, que hace? Falta a la verdad. Trata de convencer a los dirigentes que concurren a la Liga que el anterior Tesorero no entregó la documentación (mentira, hace mas de 1 mes que está en su poder); que faltan algunos trámites (tan complicado como que vayan al banco a registrar las firmas) o confeccionar el acta de asamblea para presentar en Jurídicas (donde antes tenían buenos amigos) que el exitado Secretario en 40 días no pudo terminar. Consecuencia de esto, se obliga a los clubes a pagar en efectivo, con el peligro que eso entraña. Se manejan los pagos en efectivo y mientras tanto se mantiene una cuenta corriente que, de suyo, tiene gastos mantenimiento. No se puede desdoblar la función señor Tesorero. La gestión de recaudación y aplicación de esos fondos de acuerdo a las pautas presupuestarias -hechas por ud.- es propia de la Tesorería. Emitir las ordenes de pago y controlar su fiel cumplimiento son su función. No auditar fantasmas y sobre todo NO MENTIR. Que bárbaro, gente grande
 
 
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