jueves, 3 de septiembre de 2009

EL GRAN COUPIER


Como en los casinos a eso quedó reducida la función de quien conduce el Colegio de Árbitros. Está mas que claro que los liderazgos surgen naturalmente y es poco probable que un cuerpo arbitral con un promedio de edad de 27 años elija como líderes y referentes a personas de mas de 60 años con no menos de 120 kilos per capita. Ante la falta de liderazgo se esperaba al menos capacidad de gestión, es decir, establecer un marco procedimental que consensuara pautas de convivencia y funcionamiento que optimizara la siempre criticada y criticable labor arbitral. Nada de eso. Acostumbrado a la liviana el veterinario devenido en funcionario de la liga (en segundas nupcias ya que estuvo casado con otra gestión) alumbró un sistema que causa espanto. Le notifica a la Asociación de Árbitros y al grupo "a mi no guana" los partidos que les toca a cada uno y ellos (no se sabe quien) realizan las designaciones sin ningún tipo de condición ni contralor previo. La responsabilidad piensa el veterinario queda bajo la órbita de cada grupo. Un horror por donde se lo mire.Se declina una de las funciones esenciales del Colegio y peor se deja librado a intereses no siempre superiores la suerte que corren los clubes, finalmente, quienes pagan la fiesta del timorato y su ballet. Not comment

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