miércoles, 21 de octubre de 2009


Hay quienes sostienen que, si en los primeros 100 días no se realizan los cambios para transformar la estructura esa estructura (que algunos llaman "el sistema") termina por transformar a quien se autoimpone cambiar las cosas o miente prometiendo cambios para llegar. Es por eso que ese lapso de 100/120 días las expectativas por los cambios suelen disimular falencias y errores de implementación.
Ahora, si en ese lapso, se establecen privilegios y se distribuyen en proporción a los socios que gobiernan, si existen agachadas lindantes a la corruptela mas vulgar, si la estructura es la misma que se criticaba pero debilitada por la corrosión a los registros y cuentas e impacta sobre la credibilidad de la entidad difícilmente puedan esperarse, con alguna expectativa, cambios.
Lamentablemente solo presagia el agravamiento de las debilidades que los clubes ya no pueden ocultar ni siquiera disimular.
Prometer como logro de gestión y permitir el regreso de expresiones punteriles con disfraces deportivos, integrados con mano de obra barata y berreta de caciques punteriles para instalar la violencia como medio de apriete y extorsión es de una inmoralidad imperdonable.
Se barre sobre la estructura del fútbol infantil permitiendo excepciones que próximo año serán regla y terminarán con una de las decisiones estratégicas mas notables de la Liga.
Volver con la frente marchita las nieves del tiempo blanquearon mi sien. Deportes en el recuerdo.
Volver, 20 años atrás, casualmente, el tiempo donde tallaban y mucho los que ahora fecuentan la sede de calle 6 y son la corte del timorato.

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