A pocos días del final de un año agitado los notables y cortesanos del timorato preparan con bombos y platillos la reunión especial en la que van a tratar el regreso de los muertos vivos. En pequeñas dosis y para ir habituando a los pocos crédulos que todavía merodean las canchas liguistas los acostumbran en los espectáculos olvidables que ofrecen designando árbitros retirados tales como el policía separado de la división Seguridad en el Deporte, Armanino.
Se sabe que entre fierros, bulones y cenas de quienes matan sus últimas noches escapando de la soledad del abandono se decide el ingreso de expresiones tales como San Martín de Los Hornos, sello punteril que jamás pagó los daños de la tarde de furia que en Villa Castells dejó mas de 5 automóviles en condición de rezago y algunos contusos y heridos. Porteño y Villa Albino de Ensenada y Villa Lenci y no se descarta rearmar Circunvalación, entre otros. Salvo Porteño ninguno tiene cancha con medidas reglamentarias para disputar partidos de fútbol federado.
En el interín luego de advertir que no podía hacer negocios con los trofeos del fútbol infantil le consiguieron una función al septuagenario pestilente e incontinente: manejar reuniones con la entidades amigas de la divisional de ascenso (con toda la mala leche que lo concibió y caracteriza el vejete no convocó a AMEBS, Iris, Platanos y Malvinas). La idea del geronte es manipular lo intencionalmente no reglamentado para evitar el ascenso de clubes que no son del palo. Igual que viejo vizcacha su miseria y mezquindad apestan.
Lo nuevo, lo viejo lo absurdo. La revolución esta en marcha.
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