El núcleo duro del timorato se juega en los próximos días el desafío de enfrentar una muy difícil encrucijada: ¿cómo explicar seriamente que en 120 días de gestión las cuentas no cierren?
Para ello la estrategia es instalar como logro de gestión que los clubes se anoten en torneos que desecharon el año anterior.
Resaltar la falta de fondos no es una crítica mas. No es obstruir. Es ir el corazón de un sistema fraudulento y lamentable de amiguismos e injusticias. Es atacar la anomalía de que una una minoría tenga que pagar la fiesta de la mayoría de los sellos que sostienen al breve.
¿Dónde están las canchas de San Lorenzo de Villa Elisa, del sello del concejal o de 156? ¿Dónde está la habilitación de la cancha de Tolosano? y ¿la cancha de For Ever? Se sabe, es mucho mas económico alquilar cancha que mantener una propia además de provocar una deslucida oferta deportiva y un caos organizativo. De suyo también pronostica que los que no tienen cancha no les interesa el largo plazo por eso pelearon para sacar los promedios para apostar todas las fichas a una campaña milagrosa. Eso si en el tiempo no pueden mostrar gestión en divisiones menores y promoción de jugadores jóvenes a los que no forman y por eso no le interesan y quieren sacarse de encima infantiles y juveniles.
Desde ese lugar asignan valor a los naipes en un juego donde ya está cantado: PIERDE LA LIGA.
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