 En un fin de semana pasado por agua se nuestra Seleción debutó con un triunfo importantísimo. El resultado, quizás, no muestra las innumerables ocasiones de gol generadas. Invita a soñar y a imaginar que son 7 finales y ya se ganó una.
En un fin de semana pasado por agua se nuestra Seleción debutó con un triunfo importantísimo. El resultado, quizás, no muestra las innumerables ocasiones de gol generadas. Invita a soñar y a imaginar que son 7 finales y ya se ganó una.Mientras tanto en nuestra ciudad embanderada con los colores de la patria su gente se abstrae de cualquier manifestación deportiva que no responda a la lógica de este mundial. Queda poco espacio para expresiones que no se ajusten a la propuesta  de ese evento. 
Esto es un gran desafío. Nos pone en la disyuntiva de aceptar mansa y cómodamente esto o, por el contrario activar políticas y acciones para reposicionar nuestra Liga. Poner en valor la propuesta de la Liga presentarla y suplementarla con oleada de fútbol mundial.
Obviamente para semejante empresa además de creatividad y talento se requiere coraje para la toma de decisiones que acompañen ese deafío.
Requiere liderazgo para lograr su acompañamiento y lograr añadir en épocas difíciles.
Con una Liga que se acostumbra "peligrosamente" a desplegar su actividad cada 15 días, clubes desfinanciados y sin oportunidades concretas de insertarse en programas y políticas activas para desarrollar su infraestructura es poco probable que en el mediano plazo se logre sostener esta fachada cada vez menos competitiva, menos deportiva y menos creíble.
 
 
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