Cuando Jose Ingenieros decribió al "hombre mediocre" dedicó varias líneas a lo que denomínó el "aura mediocribus" suerte de energía circundante alrrededor de estos pintorescos seres.
Si pudieramos ver el aura que rodea a la casona de calle 6 probablemente nos encontraríamos con una energía similar, de mediocridad, conformismo y sopor de retribuir a tantas mentiras de campaña con gansadas cuyo significante es nulo.
Según pasan los días. Los clubes languidecen sin actividades convocantes. Su afiliación a la Liga es altísima en relación a los beneficios que le reportan. Peor es la adhesión a las políticas del breve sin nada para mostar balbucea siempre lo mismo, o sea, nada. Debería seguir el ejemplo del "jefe" de la calle Viamonte cuando dice que "...cuando menos hablas tenés menos posibilidad de confundir o confundirte".
El nuevo paradigma de todos los clubes del interior del país que practican fútbol aficionado o semi profesional es SU FINANCIAMIENTO. Sin financiamiento sano y genuino no habrá futuro.
Podrán mostrar zanahorias absurdas -con forma de convenios- para que los conejos afectados por el aura mediocre corran detrás.
Hay una sola verdad: la realidad. Y lo que esta gavilla está llevando a cabo es una de las transferencias de recursos mas brutales de la historia de la Liga. En un año los mismos que aplaudian la gestión de cobranza de la Tasa Municipal de Espectaculos (solo futbolísticos) y hacían dogma de ello han votado a mano alzada un sistema que solo puede beneficiar a los clubes del casco urbano donde los políticos pueden organizar mitines y charlas pedorras para juntar gilada y después contarlos como potenciales votos para negociar cargos. Ahora, a los clubes de los barrios, irremediablemente, los condenarán a su salida del fútbol organizado en el mejor de los casos.
Nada nuevo. Siempre las primaveras -como las de Praga- o los mayos -como el frances- preceden la reacción mas brutal del poder que, como se sabe, beneficia siempre a los mismos.
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