 Con la muerte de Alvaro Castro en el verano de 2009, Grondona sin mucha deliberación designó al Ayacuchense Ceresa y ese statu quo lo mantuvo sin ninguna alteración hasta su propia muerte. Oh casualidad, ya sin ninguna chance para discernir los dichos del polémico abogado -que da consejo a mujeres separadas por radio y tv-tipo Rosenfeld pero con vertiente futbolera-y cotejarlo con la voluntad que invoca en estas declaraciones esotéricas e incomprobables.
Con la muerte de Alvaro Castro en el verano de 2009, Grondona sin mucha deliberación designó al Ayacuchense Ceresa y ese statu quo lo mantuvo sin ninguna alteración hasta su propia muerte. Oh casualidad, ya sin ninguna chance para discernir los dichos del polémico abogado -que da consejo a mujeres separadas por radio y tv-tipo Rosenfeld pero con vertiente futbolera-y cotejarlo con la voluntad que invoca en estas declaraciones esotéricas e incomprobables.
En verdad la legitimidad no se construye con relatos sino en base a la credibilidad y el acompañamiento que logran quienes consiguen acceder a esa legitimidad. Este relato que pretenden instalar es poco serio. La voluntad de Grondona nos guste o no fue designar a Ceresa (ya conocen nuestra opinión al respecto) y mantenerlo hasta su muerte como SU hombre para el interior. Y viendo el zafarrancho actual muy equivocado no estaba.
Lo demás es cosa de mamados o boludeces dirigidas a una gilada que cada vez menos cree en estas fábulas.
 
 
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