EL TIRO DE FINAL

Por eso en tu total

fracaso de vivir,

ni el tiro del final

te va a salir.

En ocasiones la cercanía con un final inapelable hace emerger lo mejor de las personas; pero también lo peor. Es la inexorable finitud que se nos vuelve de modo brutal para señalarnos sin sutilezas que nuestro paso por estos sitios siempre es efímero y, entonces suele pasar esto. Dependerá de nuestra bondad y lucidez para que además seamos recordados por lo que supimos, pudimos, quisimos y no quisimos hacer.

Se esperaba eso del abogado sin oficina ni menciones de posgrados que usurpó durante años.

Nada de eso sucedió. Cuesta abajo en su rodada se empecina en una paradoja bizarra: como imagen sepia de un pasado lamentable pretende mostrarse como un futuro mejor. Entornado por los pocos talibanes que aún llaman a su celular insiste en dañar a la Federación de Fútbol de Este de la Provincia a la que intentó sin suerte intervenir cuando tenía poder para hacerlo. En este espacio hemos destacado la jugada de Vera que en su resistencia empezó a marcar el camino de salida del abogado. Jugó sus fichas en la última elección de representantes al Consejo Federal promoviendo al Presidente de la Liga de Maipú como el candidato del sector de la provincia que integra su Liga y fue apabullado a votos por el candidato promovido por Ceresa, Horacio Tomassini, Presidente de la Liga de Lobos.

La torpeza política de Fernandez torna innecesarios los adjetivos. 

Peor aun es la posición de Marcelo Tinelli que de tener como punto fuerte al "interior" pasó a perderlo irremediablemente gracias a este "asesor letrado" pero poco ilustrado. De seguir cerca de este pobre hombre es probable que termine retirando su candidatura. O algo peor, ganando a lo Pirro tendrá mucho para reconstruir y no parece que alguien tan repudiado por las Ligas sea el hombre indicado para unir y conciliar.

Cerca del final y ante un retiro inevitable sería plausible deponer tanta soberbia y ese egocentrismo que daño enormemente a nuestra Ligas y al futbol del interior. 

Son tiempos de construir puentes no de levantar muros.

Sólo alguien intrínsecamente malo puede terminar en un "desencuentro" fatal como el del tango. 

Todos los incurables tienen cura cinco segundos antes de la muerte.