ÚLTIMOS DÍAS DE LA VÍCTIMA

Las declaraciones del abogado Roberto Fernandez haciendo una laudatoria evaluación del dirigente Gustavo Ceresa al que ayudo a destituir en el Consejo Federal de la AFA con intrigas e infamias de todo tipo causaron estupor y vergüenza ajena. Todavía no se secaban los millones de flores en el cementerio donde fueron a morar los restos de Julio Humberto Grondona y el abogado calentaba el oído de un timorato e in-Segura presidente provisorio de la AFA auto-postulándose como el hombre que pedía a gritos el interior. Segura con menos cintura que un pollo escuchó la melodía encantada del leguleyo que para ir a los Tribunales lleva un mapa para encontrar los juzgados y lo puso al frente del Consejo Federal. En 11 meses el letrado llevó a las Ligas y clubes del interior a la aristocratización mas brutal que se conozca desde la épocas de Propato y Tiberio donde para entrar al Consejo Federal había que tener invitación. Dudosos negocios con los seguros de jugadores y justas deportivas y el retorno de las cenas de amigos-pocos- de los martes donde las sobremesas eran para despedazar a los ausentes.

Torpe y con menos amigos que Cavallo en un olla popular se entornó de inútiles y obsecuentes peligrosos como cachete o Valdovinos a quien mandó a recuperar la Liga de Posadas y saco menos votos que la izquierda en la recoleta.

Salió eyectado del Consejo Federal por el propio Segura cuando en un intervalo lúcido se dio cuenta de que su Judas coqueteaba con Tinelli y le hacía campaña en giras por el interior a lugares como Clorinda en la Provincia de Formosa con los viáticos que le liquidaba por semana y le dio una salida tan indigna como farandulesca.

Solo como un cero solo sigue criticando y armando estrategias por un retorno a la calle Viamonte cada día mas fantástico y delirante. 

Sin actividad profesional, ni caja, ni apoyos pocos se le arriman porque ya no creen en sus relatos y se rumorea en la Liga marplatense que si los somete al bochorno de perder la Federación del Este en "la feliz" sus días como presidente de esa Liga están contados. Su antecesor Jorge Bosco no escatima epítetos contra quien jura a quien lo quiera escuchar que su sucesor es un inútil.

Dice la Biblia que no es bueno que el hombre esté solo. 

Y cuando se confrontan las palabras con los hechos y hay diferencias esas inconsistencias se pagan con soledad y abandono de los amigos del campeón pero también de los propios. 

Las cuentas llegan todas juntas y, entonces, el doble discurso se columpia en una moral con mas opacidades que transparencias.

Igual que en la premiadísima película de Adolfo Aristarian sobre libro de Jose Pablo Feinmann "Ultimos días de la víctima" el sicario seguía planeando crímenes sin saber que la próxima víctima era el. 

Transcurren los últimos días del sicario caído en desgracia entre opacidades y traiciones. Si hasta el cacheton que le juró amor eterno teje pactos obedeciendo a la autoridad actual del Consejo Federal para la entronización de Aguinaga como próximo Presidente de la Federación del Este en la mismísima ciudad de Mar del Plata.

Triste y solitario final de quien hizo de la intriga, el sicariato y la opacidad su modus vivendi. Quizá en la crueldad de la soledad con su compañero de andanzas el ingeniero Derito desplazado por el Gobernador de San Juan de esa Liga cuenten en interminables y aburridas sobremesas como volver a donde ya nadie pregunta por ellos.