martes, 13 de septiembre de 2016

LOS AÑOS PRECEDENTES

"Vamos por el buen camino. Pero lo que no se hizo en años, no se puede hacer en ocho meses", declaró con mucha convicción Pablo Toviggino en Trelew. 
Esto sin dejar de que aclarar que no hacía imputación sobre ningún dirigente en particular sino a la dirigencia del interior en general. Una abstracción que luego de la contundencia del concepto sería exhoneratoria para ex presidentes como ¿Gustavo Ceresa?. 
Sin embargo, el intersticio que deja esta definición es que en estos nuevos tiempos se trabaja muy duro algo que, al parecer, no se hacía en los años precedentes.
Toma distancia con mucha sutileza de lo que venimos sosteniendo con esmero desde este blog: la interna de personas o de egos-como le calce mejor al lector- que dejó en una de las margenes a un grupo de dirigentes y en la otra a otro conjunto dirigencial. Esa dialéctica de demonizar al otro y crear enemigos ya no tiene andamiento en la concepción del santiagueño y su grupo mas cercano. A estas prácticas Toviggino las incluye en la categoría de "críticas destructivas" que llevaron a un estado de cosas decadente y lamentable desde donde plantea la reconstrucción del fútbol del interior. Aquella guerra tan absurda como innecesaria consumió tiempo y espacios. Críticas destructivas al estilo de las que sustentaron la carrera dirigencial afista del abogado Fernández que circulaba por los pasillos del edificio de la calle Viamonte y tomaba mate en las oficinas de otros pisos desparramando resentimiento y odio contra sus superiores en el consejo federal en vez de cumplir con sus funciones de asesor letrado y evitar celebrar contratos ruinosos como el que aconsejó firmar con el ex contratista Rogelio Rigante, hoy transformado en millonaria demanda contra la quebrada AFA.
Toviggino deslizó, además, que lo que se no obtuvo antes fue por falta de decisión en ir por lo propio consumidos-esto corre por cuenta de este cronista- por ese enfrentamiento ridículo.
En suma, años de una interna que lo único que dejó fueron perdidas y dudas. Sí, las mismas dudas que pesan sobre los dirigentes que antecedieron al santiagueño y alimentan mitos y corrillos no necesariamente verificables.
La etapa que se inicia con la reunión del 27 de este mes de "la federal" mas la mesa del Argentino "A" coordinada por Pablo Toviggino se dirige a examinar y diseñar lo que el fútbol del interior espera y necesita: un torneo nacional competitivo y vendible que genere recursos genuinos. Fuera de ese esquema solo hay promesas de ocasión.
Atrás quedará para la historia o la historieta la guerra del pirulín, como remataba el celebrado personaje Carlín Calvo, "...soy Carlín el macho del pirulín".

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