De la mano de la "otra" Federación se produjo la vuelta al mundo de los vivos de Gustavo Abel Ceresa. Repuesto, al parecer, del largo período de abstinencia de medios (electrónicos, telefónicos y audiovisuales) al devenido comerciante de ropa deportiva le encontraron un cargo ejecutivo desde el que intentará construir poder en la atomizada Provincia de Buenos Aires cuya balcanización le ha permitido reinar sin mayores inconvenientes al santiagueño Tovigino y su micro toy patagónico, Pablo Beacon.
Se verá en el transcurso de los meses cuanto queda de aquella muñeca rendidora que lo entronizara y perpetuara en el Consejo Federal durante casi 20 años. Si sigue igual o, el paso inexorable de los años, también alcanzarán al dirigente de la capital bonaerense del ternero.
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