lunes, 30 de octubre de 2017

FÚTBOL PAGO Y SOCIEDADES ANÓNIMAS DEPORTIVAS

Luego de sobrellevar el primer fin de semana de "superliga" del resto de los próximos en los que habrá que pagar para ver fútbol televisado,nos obliga a algunas aclaraciones.
El mandamás del fútbol argentino que además oficia de Presidente de la Nación, luego de negar, en campaña de recolección de votos de modo enfático y cínico que ese acceso libre no sería alterado, ubicó al fútbol en los escaparates que el mercado le asigna, el de abono extra que excede el básico de canales donde siempre pasan las mismas películas o noticias continuadas cada día mas parecidas.
Quedará, eso sí, pendiente un debate serio y sin preconceptos ideológicos y políticos en torno a la viablidad de que sea "el estado" quien asuma por a través de aportes o "publicidad" en la previa y entretiempos de los partidos televisados el sostenimiento del fútbol o, como afirman los muchachos que gobiernan siendo una actividad privada "rentable" debe ser atendidas por sus dueños. O sea, el negocio se asume con todos los gastos y costos emergentes (deudas previsionales, impositivas, etc, etc). 
El choque en ese debate tiene una cuestión esencial porque no hablamos de empresas que explotan un negocio sino de clubes, organizados jurídicamente como "asociaciones civiles" y ahí justamente está la nota típica: no existe finalidad de lucro.
Otra vez, entonces, como hace 18 años nos vuelven a meter en una obsesión "macrista" la de transformar esas asociaciones sin fines de lucro en sociedad comerciales, siendo específicos, en sociedades anónimas deportivas, de eso hablamos.
Mauricio nunca superó como Grondona se lo fumó en pipa en 1999 cuando en Ezeiza discutieron el tema y el único voto que saco,el ahora Presidente, fue el propio.
Corremos a los socios y los reemplazamos por accionistas. La mirada de Campanella, antes de convertirse en macrista, en aquella exquisitez que fue su película Luna de Avellaneda.
Pero antes debemos advertir dos cuestiones: la primera no existen liderazgos en el fútbol y su dirigencia para encarar ese debate en posición de equivalencia con los CEOS que ocupan los despachos oficiales y llevarán el peso del debate y la segunda, no menos importante, que el negocio es la actividad fútbol "profesional" televisado, nada más. El resto de las actividades, incluyendo el fútbol amateur y el mantenimiento edilicio de las instituciones, son actividades ruinosas que apenas sobreviven con la cuota social y el aporte extraordinario de los practicantes de las distintas disciplinas.
Volvieron los 90 y con ínfulas. Otra vez ese asunto de lo urgente y lo importante y, como en aquellos años, la mirada se posará o desviará del "otro".

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