Goles son amores, pero no se merecen se hacen. Por eso el idilio del publico con sus equipos nace y se sostiene con los gritos de gol. Si además se juega bien mucho mejor.
Mucho y bueno se ha escrito respecto de la supuesta receta para triunfar en estas competencias. La mas generalizada es la que sostiene que el éxito se asienta en un trípode: Jugadores, cuerpo técnico y dirigentes. Cuando las tres patas están fuertes hay muchas posibilidades de conseguir un buen resultado.
Que Argentina tiene buenos jugadores no quedan mayores dudas, al margen de los rendimientos individuales, que pueden conformar mas o menos. De éste cuerpo técnico tampoco debería dudarse-como así tampoco del de Gerardo Martino y el de Edgardo Bauza ya despedidos- ya que viene de un buen trabajo en la Selección de Chile y en el Sevilla de España entidad a la que hubo que pagar una millonaria cláusula de rescisión para que dirija estos tres partidos.
¿Y la dirigencia? Veamos.
Es la misma dirigencia que vació de contenido al cuerpo técnico de Martino- a excepción de Tapia, nobleza obliga- y le impidió seguir. Ni hablar del ninguneo a Bauza a quien el propio chiqui trató de pelotu....
Traer a Sampaoli, como adelantamos, además de la millonaria suma desembolsada le sumó un escándalo que dejó la imagen del técnico en España en precaria situación. Adolece, por cierto, de las mismas limitaciones que sus predecesores: jugadores que llegan unas horas antes de los partidos, limitaciones para entrenar por el cansancio del viaje y, al parecer, la falta de recursos para transmitir una idea de juego. La Selección, luego de Alejandro Sabella, es un "a la carga barracas"(no Central) con mas entusiasmo que idea.
La pelotita no entra como no entró en la final de Brasil y condena a una generación de jugadores a pasar a la historia por brillar solo en tierras extrañas. Nadie es profeta en su tierra, si lo sabrá Moises.
La dirigencia mas ocupada en la foto, en la estética del poder no tiene predicamento ni en el técnico y menos en los jugadores. Anoche el relator partidario de Boca Juniors mutado a conductor de programas cuasi políticos descargó sobre estos dirigentes una catarata de críticas, sobre actuadas por cierto, pero en algo no falló: estos tipos que engordan comiendo "s" le llevan a la familia y a los amigos de los hijos para que los jugadores hagan selfies. Los Messi boys ven a estos dirigentes con asombro y pena y en eso, Fantino acierta.
Son convidados de piedra a la hora de la grandes decisiones de nuestro fútbol-caso Mundial 2030- a lo que ya nos referimos en este blog y, encima, ya tienen internas insólitas: Angelici exige que el santiagueño vinculado al clan Zamora, Pablo Toviggino deje su puesto inventado en la AFA enfrentado a un Tapia sosteniéndo al "torbellino del 5º piso a como de lugar. Al margen de que el "Tano" funciona mejor entre bambalinas-sino vean como le va en el Colegio Público de Abogados de la Capital Federal donde es Vicepresidente- cuando queda expuesto casi siempre patina. Y bueno, aprendió bien del Coti Nosiglia, su jefe político de antaño. Hay que recordar cuando Alfonsín lo expuso al Coti nombrándolo Ministro del Interior por allá en 1987 su aura de monje negro quedó herida de muerte.
Sí, amigo lector deduce bien, son los dirigentes. Son la nada misma y en fotos-como la que ilustra esta nota-provocan risas aunque cuando los resultados van en contra cambian risa por puteadas (ayer Tapia fue "trending topic" en la red Twiter además que le afanaron casi todo en la casa).
Días difíciles y mucho peor si tenemos que ver el próximo mundial por tv como cuando vimos a los brasileños dar la vuelta en Mexico en el lejano 1970. O sea hace 47 años que Argentina es habitué de las instancias finales de la copa de mundo FIFA y con estos muchachos estamos a tiro de romper esa marca. Si hoy terminaran las eliminatorias estamos eliminados, sí leyó bien, eliminados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario