Por culpa de que el resto no cumplió con su rol, Everton perdió la categoría. Lo de siempre, las culpas están afuera, en otra parte.
En nada, parece, influye la pobre campaña y el desgaste de años de mentiras en sostener la ficción de que somos grandes porque participamos de torneos deficitarios y ruinosos.
Atrás quedaron los lamentos, en clave de extorsión, de comienzos de año cuando la dirigencia de la calle 14 le exigía al Intendente Garro se hiciera cargo de los viajes del "decano", porque el prestigio de la ciudad, porque la función social y todo el resto de la chacarera doliente que siempre cantan cuando los números no le cierran por ningún lado y hacen agua.
"Querían ficción, diría Fariña, y les di ficción". El tarta que es un mediocre tan oscuro como el dicente de la frase lo imitó y le hizo creer a la gilada que el Torneo Federal B le daba vuelo a la Liga. Ya ven el paskín entintado y el Diario Hoy le dedican una columnita de 15 líneas y el mundo sigue andando.
Sin ficción lo que queda es lo que hay, la misma intrascendencia a la que el sistema condena a la Liga capitalina por la cercanía - a minutos de autopista o una hora de tren - se inserta en la gran metrópoli. No es transando con el sistema que se le da vuelo a la Liga sino poniendo en evidencia lo canallesco de ese sistema. Te satura con fútbol profesional y condena al fútbol amateur a la marginalidad porque los amantes del futbol no tienen un solo incentivo para ir a las canchas de la Liga. Para que queremos plaquitas de los clubes grandes en los aniversarios si utilizando la jurisdicción deportiva se quedan con toda la guita y a los clubes no les llega un centavo. No es novedoso un torneo mas de ascenso como sí lo sería en el interior profundo. La Liga Amateur Platense no tiene uno sino dos equipos en la Superliga (o en el fútbol profesional) y, entonces, a quien carajo le importa las plazas de un torneo que si no te bancan no lo podes jugar. A quién le puede importar cuando con mucha furia podes meter mil personas con lo que recaudas lo que en "viáticos" percibe un jugador de Camioneros. A quién le importa que una mutual de jugadores retirados o que no tienen cabida en el ascenso afista se junten los fines de semanas a despuntar el vicio. A quien le puede importar si esos torneos no te sirven para promover juveniles y, en resumen, no te sirve para agrandar el club. En cambio, lo endeduda y compromete en un viaje que, claramente, es de ida.
Se acabo la ficción y quedó Fariña o el tartamudo divagando sobre el crecimiento y otras yerbas mientras pasan los años y ni siquiera puede mostrar una sede remodelada con la que hizo campaña similar a la que abunda en estos tiempos, la de la frase: "esa te la debo".
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