miércoles, 19 de enero de 2022

LOS NUEVOS VIEJOS TIEMPOS

"Y tu cabeza está llena de ratas
Te compraste las acciones de esta farsa
Y el tiempo no para
Yo veo el futuro repetir el pasado
Veo un museo de grandes novedades
Y el tiempo no para, no para...".
Bersuit Bergarabat

Quienes siguen este blog fueron advertidos, con mucha antelación, que la politización primero y la judicialización después iban a arrastrar a los clubes afiliados a la Liga a un averno. Oscuro sitio de pestilencias dónde la disputa de egos e intereses ajenos, a la centenaria entidad, nos iba a contar como atónitos espectadores. Vaticinio cumplido. Veamos.
La pelea entre el pasquín de Burns "El Día" y el filo-kirchnerismo que anidaría en el Ministerio de Justicia de la Provincia de Buenos Aires se encuentra en progreso. Una dialéctica perversa que repite la sórdida batalla del 2003, por la utilización del estadio Ciudad de La Plata (hoy estadio Diego Armando Maradona). Perdieron todos: Burns, Alak, la Liga y la ciudad de La Plata. La historia reflejará, eso sí, que el Estadio a pesar de los caprichos de Burns fue inaugurado primero y utilizado después por la Liga, por la AFA, por Estudiantes de La Plata (allí dio la vuelta olímpica en el 2009) y hasta fue sede de una Copa América, organizada por la Conmebol.
Añadimos a quienes buscan información y no notitas de color, operaciones y pescado podrido que la intervención y la apelación eran un hecho. Sumamos, además, que esta contienda podría insumir todo el año 2022 y no nos excederíamos recordando que el 2023 es "el año político": se eligen Presidente, Gobernador e Intendente. Poco margen, entonces, para intromisiones estatales.
La defensa jurídica de la Liga es sólida e introduce cuestiones técnicas que devienen muy difíciles de soslayar para la Cámara y la Sala que toque en suerte. Pero este sitio es periodístico no técnico-jurídico. La debilidad del libelo recursivo es insistir con la cantilena de la "soberanía" de la asamblea. Este criterio es tan anacrónico como lamentable porque hasta la década de 1980 permitió las aberraciones y segregaciones más cerriles. La Inspección General de Justicia y todos los organismos de contralor provinciales, que cumplían funciones análogas avalaban con esta "dispensa" resoluciones asamblearias vergonzosas. Pero llegó la ley 23592, en primer lugar y, luego la reforma constitucional de 1994-incorporando los tratados internacionales al cuerpo de nuestra carta magna- para desterrar esto de que una asamblea apalancada en la "soberanía" podría, por ejemplo, excluir minorías por razones étnicas, religiosas, orientación sexual, autopercepción identitaria, entre otras. Esta pretendida discrecionalidad de una asamblea, en la actualidad, no podría excluir a las mujeres o a los homosexuales de los órganos de conducción de una asociación civil porque repugna a nuestra constitución y su bloque de constitucionalidad. Luego, lo que está mal no logra sanearse con un voto mayoritario de una asamblea "soberana". De allí que la insistencia en este concepto que Castagnini balbuceó reiteradamente, en una entrevista radial le quita brillo a las argumentaciones leguleyas del recurso, dado a conocer en los medios como si fuera una proclama antes que una defensa. Corolario: dan vergüenza ajena los balbuceos de Castagnini en el éter de la radio de Burns. Ni señal de celular tenía. Para ser Presidente de una entidad prestigiosa como la Liga además de ser hay que parecer presidente. El breve no logra entender qué es ineficacia y cree que grabando en un video un acto-ineficaz según el dictamen de la Dirección Provincial de Personas Jurídicas- eso alcanza para legitimar su espuria elección.
Por el lado del imbécil cachetudo nada mejora. No tartamudea por radio pero dice estupideces sin control. Añadiendo misticismo a su discurso habla de la "verdad" y la "transparencia".  Filosofía de retrete. Convendría, si su intelecto limitado se lo permitiera, que leyera una de las obras más logradas de Hans Kelsen, titulada: ¿Que es la justicia? 
En ese ensayo, el gran jurista austriaco lo prologa reproduciendo el diálogo entre el romano Poncio Pilatos (gobernador "interventor" de Judea) y Jesús, el Nazareno, en lo que fue una farsa judiciaria, previa a su martirio y muerte por crucifixión. Allí Jesús le espetó al romano que su padre y Dios eran la verdad. A lo que el escéptico y pragmático Pilatos le responde con una pregunta ¿y qué es la verdad? Con aires de suficiencia plantea la relatividad de la "verdad" de Cristo. De allí Kelsen extraerá su conclusión: no hay una justicia absoluta sino siempre una relativa. 
Afirma el "100 x 100 dirigente" que ya en 2009 hubo irregularidades en la Liga (no tan graves como ésta vez) que motivaron la intervención de la DPPJ: FALSO
La manada conducida por él y su ex amigo Mazzacane, auxiliados por un farabute de apellido Trotta, que oficiaba de Director Provincial de Personas Jurídicas inventaron para poner las patas en la Liga que le faltaba un libro de socios. Cuando en su descargo se explicó que la Liga es una entidad de segundo grado (¡Oh casualidad! uno de los argumentos del recurso de Castagnini y, suponemos: del "tero tartamudo") que no tiene socios sino entidades "afiliadas" fue desechado por el tal Trotta y enturbiaron todo el proceso pre-asambleario. Felizmente, para la Liga, aquella dirigencia encabezada por Costoya entendió que judicializar el diferendo llevaría a la ruina a los clubes y permitieron que el "Okupa" Mazzacane se instalara SIN RECONOCIMIENTO DEL ORGANISMO DE CONTROL, la DPPJ, durante 12 años en la presidencia de la Liga. Nada más opaco que ocupar una institución durante más de una década sin la aprobación del organismo de control. Y quien oficiaba de secretario de esa murga usurpadora es el que ahora se llena la boca y reclama transparencia. 
Y a propósito ¿ cuál sería la transparencia de que un dictamen jurídico sea conocido por los medios de comunicación locales antes que por aquel sobre el que pesa la resolución? Bien puede un "off de record" anticipar la intervención pero ¿todo el dictamen? A quien filtró el dictamen le importa un queso la transparencia.
El cachetudo necesita que ingrese el interventor para manipular los asambleístas que le den el voto que le falta. La apelación posterga esa intromisión y probablemente quede suspendida durante todo el año: siempre que la Cámara de Apelaciones ratifique la resolución de Jurídicas. No está nada fácil. 
La diferencia a favor del breve y sus acólitos es que si dan inicio las competencias y sigue desarrollándose la actividad liguista logrando pagar los salarios de los trabajadores irá perdiendo sustancia un hecho político fuerte (la intervención) que parecía un golpe de Knout pero con los días se va diluyendo.
El futuro de la Liga es una vuelta al pasado. Y no nos disminuye reiterar que la banda que disputa el control de la Liga son los mismos que la usurparon hace 12 años para llevarla a esta actualidad tan paupérrima que al Consejo Federal le importa un bledo. Cuando se le consulto a Pablo Toviggino sobre la cuestión se encogió de hombros y requirió ¿y qué aporte político hace la Liga de La Plata? En eso nos convirtieron.
Nunca quienes trajeron el problema pueden ser parte de la solución.


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