Como expresa el estribillo del tema incluido, en el célebre
Aguinaga nunca digirió la estafa que le hizo el cachetudo cobrándole (en contante y sonante aunque también en especie: hotelería en Mar del Plata y hasta estableció su domicilio en uno de los de Aguinaga para obtener su licencia de conducir en Mar Chiquita) por gestiones jamás realizadas. Veremos cuántas de las Ligas que componen el entente interprovincial concurrirán. Si vinieran a la asamblea su mayoría, el respaldo del fútbol organizado provincial a los balbuceantes (Castagnani-Mazzacane) sería un espaldarazo para "el breve" que tiene rodeado el rancho, sobre todo desde que el Juez Catoggio, emulando a Poncio Pilatos, se lavó las manos públicamente, en su sentencia mas cantada que los temas del L-Gante.
Los muchachos del fútbol no olvidan las andanzas del timador cachete, así como tampoco que es uno de los pocos, sino el único, que mantiene línea con el jubilado, a cargo de la Liga Marplatense, Roberto Fernandez. El monje negro de la Federación, el Dr. Fernando Bethuart, presidente de la Liga de Pehuajó, tiene un enorme desprecio por su colega marplatense y cachete, por carácter transitivo, es merecedor de una parte de ese sentir profundo.
Hace años que las Ligas no se expresan presencialmente y en conjunto contra una medida gubernamental, en este caso, la intervención a la Liga Platense. Si llegan antes que el fallo de la Cámara sería un llamado de atención severo que debería replantear, en lo táctico al menos, la idea de avasallar la institución. La salida negociada está muy clarita.
Si el mazzacanismo murió con el dictamen de jurídicas (12 años como "okupa") la candidatura del cachetón agoniza (él mismo la puso en duda no hace mucho en una nota en el aire del portal, vidriosamente periodístico "realpolitik").
Sigan de cerca los pasos de llaverito Crisci.
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