El gobernador Axel Kicciloff dio por terminado el delirio de la APREVIDE que prohibió la concurrencia de público visitante a todas las canchas del futbol de Ligas de la Provincia de Buenos Aires.
Inicialmente, el escarnio recayó solo sobre la Liga Amateur Platense. Una injusticia que redujo el impacto al ámbito local y produjo roces entre los clubes y la intervención. Hoy puede advertirse, sin mayores dificultades, lo equivocado que estaban quienes agitaron esos enfrentamientos. Aunque dada la catadura moral de sus impulsores no es difícil deducir sus espurios intereses.
Luego, los burócratas se cebaron y extendieron su razonamiento "yuta" a toda la Provincia y, entonces, metieron en el conflicto al Consejo Federal de la AFA y a la Federación de Aguinaga.
Era cuestión de tiempo que el dislate del organismo policial terminara de este modo.
Sensatez y prudencia política frente a los excesos de "rambito y rambon".
Vuelve el fútbol con locales y visitantes: eso es una muy buena noticia.
Ampliaremos.
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