Lo adelantamos acá: un error político de la intervención, promovió el 'reunionismo' de los clubes. Sin embargo, «crisis es oportunidad». Veamos.
De esos encuentros surgió la nota mayoritaria de no jugar ─de manera oficial─ hasta que el APREVIDE revierta la prohibición de concurrencia de los visitantes. Pero también en esas reuniones (las conocidas): una en el club Everton y otra en el Centro de Fomento Los Hornos avanzaron en dos puntos esenciales. Para salir del laberinto de la intervención ─siempre por arriba─ quien está en lo alto con la mano extendida para ayudar a subir a "los redimidos" es el interventor y sus colaboradores. En síntesis, no hay margen para litigar con la intervención.
Y, también, la discusión de las «posibles y plausibles» candidaturas de cara a una asamblea (¿cercana?) que normalice la Liga. Ya fueron desechados: Castagnini "el breve", el cachetudo y el latrocida Mazzacane (un millón quinientas mil razones, hasta ahora, lo dejan fuera). Hubo casi unanimidad y acuerdo: los tres, con sus matices, son los responsables de haber arrastrado a los clubes y a la Liga a esta penosa actualidad. Se rompieron, al fin, las cadenas que ataban a muchos dirigentes al mazzacanismo corrupto.
Digresión. En los mentideros se cuenta que hubo muchos clubes que amenazaron con 'mandarse a mudar' de Everton si aparecía el ladrón Mazzacane o el breve Castagnini. Es vox populi vox Dei que la tarasca que ya devolvió el tero (palito y medio) y la que va a tener que devolver cuando finalice la auditoria lo convierten en "persona no grata" para la mayoría de los clubes.
Otro que se acordó que tenía guardados unos dólares más unos cuantos pesos, provenientes de los ingresos de la Agrupación Infantil Las Malvinas y no se había percatado, fue Pietrosimone, alias "Pino". Ya los devolvió al interventor de ese club bajo acta circunstanciada.
En estas reuniones están tallando varios presidentes. No obstante, cada día es más escuchado el Presidente de Nueva Alianza, Leandro Tarabini. Un gran arquero de la Liga y mejor persona. Es criterioso y solvente.
Sin embargo, cuidado, no todos los que hablan, necesariamente, son consistentes. Atrevidos son los que sobran. Y eso alcanza, especialmente, a la señora de Asociación Iris, la abogada Jurinovic. Con el viento norte pide y grita por sangre y cuando sopla del sur firma notas ─muchas menos firmas, por cierto, que la que detuvo el torneo por el absurdo del APREVIDE─ para reincorporar corruptos (bien despedidos) a la Liga. Como diría Raymond Williams: "Son tan inespecíficos que ni siquiera pueden estar equivocados".
Por suerte, asesora a los clubes Silvio Torres, ex Presidente de Asociación Iris quien conoce muy bien el desplazamiento de muchos que ahora están agachaditos —como buenos 'cursientos' — y en silencio se suman a las reuniones y hasta fingen escuchar con atención las incoherencias de Jurinovic.
Trascendió desde la intervención una fecha probable de asamblea: el 30 de octubre de 2022. En ese mitin se normalizaría la Liga y se elegirían autoridades con aquellos clubes, a esa fecha, con aptitud jurídica de participar de la asamblea. Hasta este momento solo cinco clubes están en condiciones. Y acelerando los trámites y derrochando optimismo, quizás, lleguen a doce. Un disparate si en esas condiciones fuera convocada una asamblea "normalizadora". Sería un modo bastante retorcido de reconocer el fracaso de la intervención.
Ahora bien, digamos todo. La Dirección Provincial de Personas Jurídicas destina valiosos recursos y demasiado tiempo solamente en una institución. Será centenaria e importante la Liga Amateur Platense pero se gobierna para toda la provincia. Ni el "Rey de Copas" Independiente de Avellaneda o "el decano" Gimnasia y Esgrima de La Plata, por mencionar dos clubes profesionales complejos, traen los dolores de cabeza que sí genera la Liga. Es público que puso a disposición una persona del organismo para atender y facilitar la regularización de clubes que, en algunos casos, se sabe, no pueden acreditar ni cincuenta socios.
Muy bien señoras y señores un error inicial corregido a tiempo por el interventor metió los clubes dentro de la Liga a trabajar codo a codo para normalizar la Liga.
Continuará, a partir de ahora, la marcha sin querellas por las calles platenses en aras del objetivo principal: devolver la Liga a la familia liguista.
Bien podríamos afirmar que la intervención empató el partido que intuimos poco probable termine en octubre.
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