Cuando adelantamos la retirada del "segurismo" no eran expresiones de deseos sino contar lo que se palpa en el edificio y alrededores de Viamonte 1366, el cambio es imparable y se manifiesta como tal.
El cambio de voto "oficial" de Independiente Rivadavia de Mendoza sumado a la caída del asambleísta de la Liga de Guemes (por intervención del organismo de contralor de la Provincia de Salta de la Liga Guemense) pone a los "old boys" de Segura ante el dilema de una retirada digna o un desbande bizarro.
Insistir en oponerse a un clamor popular y que es casi unánime es algo que los dirigentes no deben y, peor aún, no pueden desoír salvo que como decía Evita: los clubes y las ligas terminen marchando con la cabeza de los dirigentes en procura de ese cambio.
Lo que hay que contabilizar y muy bien en estas horas de muchas definiciones y posicionamientos es que no vengan los vende humo, tipo el abogado sin oficina, o el inyenieri mal llevado a juntar agua en sus palanganas viejas y llevarla como propia.
Hablando del letrado poco ilustrado es tan patético su liderazgo que, en estas horas, se le cortó el collar de ahorque de su caniche toy "cachete" quien guacho y sin Bruera está empezando a moverse a su modo, o sea, a tiro de traición. En pocos días aparece por el centro de la Provincia de Buenos Aires vendiendo botones usados.
Guste o no y, se enoje quien se enoje, el interior marcha firmemente hacia un cambio donde las voces de adentro: TODAS, con sus matices e incluso disidencias se oigan muy fuerte en procura de liderazgos que devuelvan al interior lo ganado y arrebatado por la soberbia y la estupidez de quienes a codazos y traicionando se pusieron un traje que paradojicamente les quedó grande.
La progresividad es esencial pero mucho mas aún lo es la NO REGRESIVIDAD. Todo lo conseguido por el interior en mas de una década debe restituirse sin mas trámite y para eso hacen falta liderazgos firmes y legitimados por quienes detentan el poder en el interior: SUS LIGAS Y CLUBES.
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