Los instantes finales de un régimen que languidece suelen ser los mas intensos y, a la vez lo mas dramáticos. Tal vez por que ante lo inminente todo se relativiza y no hay peor jugador que aquel que frente al paño juega las últimas fichas de su vida a una sola opción.
El segurismo que no es mas que los oportunistas de siempre, cafishios que hace décadas viven de la teta de la AFA y su hijo. El régimen se desilacha y cuesta abajo en su rodada no escatima nada. El elefante en el bazar no deja nada sin romper.
La denuncia por extorsión contra
un alto dirigente del Consejo Federal quien habría operado sobre asambleístas del interior pondría en evidencia que con Segura no viene continuismo sino la entronización de un nuevo sistema: EL MAFIOSO.
Marcelo Tinelli fue advirtiendo en las últimas horas estas y peores movidas por venir. Estos buenos muchachos en una mezquina actitud de garrapatear en el lomo de la AFA hasta el final parecen desconocer lo inevitable: el cambio llegó y nada lo cambiará.
El problema es: salida digna o bochorno y escándalo. Dios proveerá y será Justicia.
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