sábado, 20 de marzo de 2021

LOS MODALES DEL NEARDENTHAL

Hubo un tiempo, que fue no tan hermoso, en la Liga Amateur Platense los jugadores acreditaban identidad con una cartulina que contenía datos esenciales y, además, llevaba adherida una foto carnet. Otra, de exactas características quedaba a resguardo en la Secretaría de la Liga. El sistema de la doble ficha fue utilizado entre los 70 y finales de los 90 del siglo anterior. Este método artesanal y fundado en la buena fe permitió el surgimiento de personajes y caricaturas afines con la experticia de despegar fotos al vapor y reemplazarlas por otras. Finalmente, quienes ingresaban a jugar era cuestión de risa si es que lo absurdo y el grotesco la causa.

También hubo un tiempo horrible que en la Liga las cuotas sociales y demás cargos, ciertos dirigentes (los personajes casi siempre coincidían) las cancelaban en la tesorería de la Liga con cheques con tantos endosos como el cuerpo del cheque permitía. Otros, libraban cheques sobre cuentas "dudosas" y en aquellos tiempos al igual que ahora tal menester era un delito.

Se fue liberando la Liga de la chapucería, el charlatanismo y otras estafas reemplazando esas fichas de cartón por licencias en material plástico impreso asegurando su inviolabilidad. La confección la realizaba la propia liga. Y también cuando logró rehabilitar su cuenta corriente luego del saqueo a las cuentas que llevaba el representante de Everton y fiscalizaba el representante de Tricolores. Hablamos de principios de los 90. 

Aquellos personajes y sus caricaturas se fueron de la Liga pegando portazos y prometiendo nuevas Ligas que la AFA reconocería inmediatamente. Muchas de esas ententes patéticas se disolvieron luego asistir al crimen de un policía, en el estadio de Defensores de Cambaceres, en una de sus finales de quinta selección, es decir, tenía mas fallas que partes buenas.

Claro que, eran otros tiempos y merecimientos. Llegar a que un torneo o una copa llevara un nombre tenía directa relación a los méritos institucionales, políticos, deportivos y/o a trayectorias irrepetibles. Nunca a un hecho tan natural e inexorable como la muerte habilita "per se" a semejante homenaje. Jamás se debe optar y, muchos menos, reconocer a quienes llegan prometiendo sino a quienes lo hacen demostrando. Esas personalidades son las que se deben cuidar cuando viven y homenajear cuando físicamente nos dejan. 

De allí que es un acto de justicia que la Liga haya entronizado a la Copa de Campeones con el nombre de Marcelo Héctor Farías porque fue un irrepetible.

Ahora cuando se replica el acto como medida administrativa o bien peca de excesiva (y termina bajando el precio de la buena acción anterior) o propone el olvido como práctica para absolver miserias.

El neardenthal fue exterminado por el hombre de cromagnon, sostiene Yuval Noah Harari, en su consagrado ensayo "De animales a dioses. Una historia de la humanidad". Por superioridad física y mental. Basta ver la estructura craneal y el lóbulo frontal del neardental para deducir la lentitud de compresión y hasta de movimientos.

Por eso cuando un descendiente de aquel neardenthal escribe en portales afines al mazacanismo, marcando "errores subsanables", en un castellano retorcido y, propone reivindicaciones inopinadas, también abona obturar el recuerdo de cuando, trepado en un alambrado incitaba a la violencia como vía legítima de aliento a su club, incluso, si eso era funcional para legitimar el truchado de cartulinas y el libramiento de cheques sin fondos. 

Serían las sutilezas o los modales adquiridos por el neardenthal domesticado y, ahora, políticamente correcto.

De las "ligas" que desaparecieron con la velocidad que se inventaron se encargó el tiempo que, se sabe, es el padre de la verdad.



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