miércoles, 30 de junio de 2021

UNA SOMBRA YA PRONTO SERAS

"...somos sombras en la pared, 
espejos empañados, 
la mirada del alma, 
una sombra ya pronto seremos. 

Lo inmanente es lo ordinario mientras que lo trascendente es extraordinario. Somos seres finitos. Lo infinito es ajeno a la condición humana. De allí que algunas de nuestras acciones trascendentes permanecen en la memoria colectiva durante algún tiempo. Este quiebre temporal descarta cualquier pretensión de perpetuidad. No viene mal recordarlo: la historia no la escriben los contemporáneos.
De eso deberían cuidarse bien quienes detentan durante algún tiempo una cuota de poder. Puede que haya arrastrados y adulones que se propongan instalar la infalibilidad, perfección y, ese glamour que impregna el poder. 
Sería justo recordar que algún ex-Presidente argentino en su pico máximo de poder salía con las mejores modelos y actrices (nacionales y extranjeras); jugaba bien a todos los deportes y cuando murió no juntó dos colectivos de línea para que fueran a despedir sus restos mortales.
Ayer se celebraron 35 años de la obtención de la épica Copa de Mundo disputada en México en 1986. El mejor Maradona y un equipo increíble guiados por el gran Diego y la conducción técnica de Carlos Salvador Bilardo. Un proyecto que estuvo a nada de ser abortado. Desde el propio gobierno de ese entonces y el incipiente "grupo Clarín" se cocinaba a fuego lento la salida del cuerpo técnico y la necesidad sentar en el banco de suplentes a algún técnico que interpretara mejor la "idiosincrasia" futbolística criolla.
El Secretario de Deportes Rodolfo O'Reilly, expresaba, en pureza, los deseos de la Casa Rosada y presionaba fuerte para que en la AFA impusieran un volantazo eyectando a Bilardo para nombrar a algún técnico del "agrado" del gobierno nacional (y de Clarín, obviamente).
Y entonces, con una jugada de puro coraje fue Julio Humberto Grondona quien puso a Bilardo, su cuerpo técnico y a los jugadores que estaban en Argentina, en un avión (entre gallos y medianoche) rumbo a tierra azteca. El resto de la historia es bien conocido.
Tal fue el bochorno del gobierno argentino que Raúl Alfonsín envió a recibir la Copa del Mundo obtenida a Conrado Storani, Secretario de Energía-como ilustra la foto de ésta entrada- declinando de esa forma un escenario de exposición único por la vergüenza a dónde lo arrastraron los O'Reilly y otros operadores políticos y de Clarín, que se llamó a silencio durante un buen tiempo. Nota al pie: tampoco Alfonsín y ningún miembro del gobierno asomó en el balcón de la Rosada ante una plaza de Mayo colmada que aclamaba a los campeones que, exultantes alzaban la Copa.
¿Cómo fue posible que ayer el innombrado fuera quizá el que mas arriesgó en ese momento? Cierto es que esa Copa lo posicionó en la FIFA y le dio 35 años en el sillón de la AFA pero: ¿puede Julio Grondona ser invisibilizado u obturado siendo que fue quien se la jugó confiando en su visión deportiva y política?
Lo increíble de lo que hoy pasa en la AFA es que los grondonistas quieren hacer posgrondonismo. Solo así se puede entender el silencio cómplice de ayer. Una ridiculez sin precedentes. El posgrondonismo vendrá de la mano de quienes siempre estuvieron en la vereda de enfrente o nunca trataron a Grondona (las nuevas generaciones). ¿Cómo los correveidile o chupa medias que llevaban y traían miserias y chismeríos al tercer piso de Viamonte van a encarnar el gran cambio de paradigma en el fútbol argentino?
Vienen días de mucho vértigo en AFA. La salida de Tapia está casi sellada y habrá reposicionamientos en todos los niveles.
Es un buen momento, entonces, para recordar que TODO PASA incluso para quienes teniendo el poder absoluto pueden ser invisibilizados en un aniversario absolutamente.


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