viernes, 25 de marzo de 2022

LOS ALCANCES DE LA POBREZA

"Cantamos porque llueve sobre el surco
y somos militantes de la vida y porque
no podemos ni queremos dejar que
la canción se haga cenizas". 
PORQUE CANTAMOS
Mario Benedetti

Podríamos afirmar, sin temor a ser refutados por absurdos, que aquel que tiene serias deficiencias argumentales tiende a hacerse entender comparando. El controvertido método casuístico. El enorme problema derivado es quien frecuenta mucho esas construcciones suele caer en el ridículo y exponerse a las desopilantes respuestas: "... y mi abuelo patea calefones" o "... la pertinencia de equiparar el chancho con la velocidad".
La pobreza argumental y formativa de la crisis liguista nos devuelve esperpentos que, en su afán por seguir mamando de la teta de la Liga, gritan desde los sótanos diatribas y estupideces que rayan con lo bizarro.
Advertimos que el cachetudo no balbucea como Castagnini o su mentor Mazzacane pero es mucho más temerario a la hora de escribir o decir taradeces.
Comparar la asamblea de una asociación civil con la tragedia de la dictadura cívico-militar y eclesiástica, del autodenominado "Proceso de reorganización nacional" es de mínima imbécil. Ahora, si es para tomar ventaja, en un proceso político de cambio de autoridades de una entidad civil, definitivamente es miserable.
Es miserable porque esa asamblea es una lucha en el barro de egos maltratados pertenecientes a una banda en disolución que hace doce años colonizaron la Liga y la están destruyendo. Miserable, además, porque miles de argentinas y argentinos fueron torturados, masacrados, arrojados en estado de inconciencia al mar desde aviones y, a la fecha muchos de sus familiares (sobrevivientes) buscan sus huesos para poder tener una tumba dónde llorar y elaborar un merecido duelo. Una búsqueda de 46 años que el pacto de silencio de los genocidas bloquea interminablemente.
Banalizar con politiquería de fútbol local y los personajes subalternos que la merodean a la lucha de las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo que, a los casi noventa años siguen marchando y dando testimonio, recuperando nietos apropiados por los genocidas merecería, si en la Liga primara la cordura, el repudio generalizado a semejante declaración difundida en unas de las redes sociales de una web de fútbol femenino de vidriosa seriedad periodística.
Memoria, verdad y justicia son tres dimensiones de una lucha incesante hasta que se sepa el paradero del último desaparecido y hasta que el último nieto apropiado sea restituido a su familia de origen. Y será mucho más incesante hasta que el último genocida y sus cómplices civiles sean condenados por el poder judicial respetando todas y cada una de las garantías legales que les negaron a las 30.000 argentinas y argentinos que exterminaron.
Si alguien, en su sano juicio, puede explicar la comparación de éste imbécil, en éste sitio, lo agradeceremos profundamente.

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